La propuesta de enseñanza está orientada hacia profesionales que pueden estar formados en el trabajo socio-educativo o sanitario-terapéutico (orientados al trabajo sanitario o educativo), pero que raramente están formados en las aportaciones que a nivel personal y profesional puede proporcionarles la integración de ambas
enfoques de intervención y que requiere actualizar o completar sus habilidades. Esto supone para los/las
profesionales de las relaciones de ayuda, afrontar su trabajo solo con una mitad de la visión o comprensión o con menos herramientas de las necesarias. En las diversas profesiones que trabajan en este ámbito, y que a menudo abordan algún tipo de exclusión, disminución o/y desfavorecimiento psicológico y/o social en las personas que atienden, se hace imprescindible con frecuencia, la compresión desde las aportaciones psicoterapéuticas y en todos los casos, al menos, una relación personal-asistencial para la que el/la profesional ha de estar preparado/a. Vengan de una titulación más sanitaria o del ámbito socioeducativo, si no conocen y manejan sus propias características peculiares y las de sus usuarios o personas atendidas, no podrán realizar con éxito su acción o manejarse integradamente en los equipos multiprofesionales de ayuda.
Esta visión integradora permite que el trabajo de interdisciplinariedad, imprescindible en este campo, no se convierta en una suma de profesionales que atienden parcelas de una persona, sino profesionales capaces de articularse y compartir un lenguaje y enfoque para entender y atender a la persona en su globalidad; aunque actúen en aspectos específicos según su titulación, competencia profesional y ámbito de atención.
La formación no intenta invadir los campos de especificidad profesional de distintos titulados y facultativos, sino contribuir a la mejora y desarrollo personal y, extensivamente, al desempeño profesional en el campo o contexto en que se esté capacitado, se esté trabajando o se busca empleo.
La experiencia acumulada en más de veinte años y la interconexión con diferentes redes asistenciales nos lleva a pretender que el programa responda a las necesidades personales para la mejora de profesionales de los programas de acción e intervención social, que suelen contar con personal formado en el trabajo socio-educativo o sanitario-terapéutico, pero raramente formado en la comprensión integradora de ambas intervenciones.
De modo semejante al específico Convenio colectivo de acción e intervención social 2022-2024. (BOE 259 viernes 28 de octubre de 2022) que señala
"Por acción e intervención social, se entienden las actividades o acciones, que se realizan de manera
formal y organizada, que responden a necesidades sociales y ofrecen atención a personas que se
encuentran en especial situación de vulnerabilidad social, cuyo propósito puede ser tanto detectar, prevenir, paliar, superar o corregir procesos de exclusión social, como promover procesos de inclusión y/o participación social.
Serán afectadas por este Convenio los ámbitos de la acción social, así como el socio-laboral o el sociosanitario, pasando por lo socio-cultural y lo socio-educativo".