La Lengua de Signos Española es un importante activo de nuestra cultura, que ha de reconocerse,
promoverse y difundirse como vehículo de comunicación de las personas sordas, tanto para su
desenvolvimiento vital, como para su plena inclusión y participación social, política, cultural y económica.
En definitiva, para el ejercicio pleno de su ciudadanía.
Aunque en nuestro país los orígenes de la lengua de signos datan del siglo XVI, no será hasta 2007
cuando se regule su existencia en nuestro ordenamiento jurídico, mediante la Ley 27/2007, de 23 de
octubre, por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la
comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas. Derecho, también
reconocido, en varios textos normativos de ámbito nacional e internacional, como es el caso de la
Convención Internacional de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
(2006), que nuestro país ratifica en 2008, dando origen a un proceso de armonización legal que culmina
con el Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de
la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social.
Desde la perspectiva de la normalización lingüística de cualquier lengua, uno de los procesos clave es la
extensión de su uso. La Federación de Personas Sordas de la Región de Murcia (FESORMU), a través de
su Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), lidera desde hace cerca de 40 años la formación
en este ámbito, hasta tal punto esto es así, que sus esfuerzos cristalizaron en la creación de la única Red
Estatal de Enseñanzas de Lenguas de Signos, referente a nivel nacional. Cuya preocupación es una
respuesta de calidad, revisando periódicamente las propuestas curriculares, los materiales didácticos, las
metodologías y, por supuesto, la formación y cualificación profesional de quienes asumen esta docencia,
desarrollando continuamente labores de investigación.
La realización de este curso de formación, desde el marco que nos brinda la Universidad de Murcia a
través de su Centro de Estudios (CEDIF) perteneciente al Vicerrectorado de Formación e Innovación, trata
de responder a este magno objetivo. Entendemos que, al entrar a formar parte de su catálogo de estudios
propios, estamos contribuyendo a dar la necesaria rigurosidad y excelencia a las iniciativas de formación
que iniciamos con este curso en el que nos centramos en el Nivel A1 de la Lengua de Signos.
Un valor añadido de los cursos tiene que ver con el papel protagónico que adquieren las personas sordas
al ser ellas quienes, con la preparación adecuada (Especialistas en Lengua de Signos Española) y
certificada por la Red Estatal de Enseñanzas de Lenguas de Signos, se convierten en los docentes
naturales de su propia lengua. Con ello, no solo se contribuye a elevar la calidad de las acciones
formativas, sino que contribuimos a dar la necesaria visibilidad de este colectivo, revalorizando su rol social
y contribuyendo a la toma de conciencia de la necesidad de resituar a los diferentes colectivos, en este
caso el de las personas sordas, a controlar y gestionar el conocimiento que les pertenece.