Entendemos la Epigrafía como una de las fuentes principales que se utilizan en el trabajo arqueológico. Gracias a ella podemos registrar y perpetuar en la memoria mucha de la información escrita que, por el paso del tiempo, está destinada a desaparecer o ser destruida. La acción del hombre o la climatología ponen en peligro escenas e inscripciones y la epigrafía permite conservarlas para futuros investigadores. Es por ello, por lo que la epigrafía debe ser exhaustiva, completa y lo más cercana posible a la realidad.
El epigrafista, para ello, debe de conocer muy bien aquello a lo que se enfrenta. No sólo hablamos de tener un mínimo conocimiento de las inscripciones con las que debe trabajar, sino también, de las imágenes o aquellos aspectos iconográficos más relevantes, ya que escritura e imagen van unidas en la epigrafía egipcia.
A través de este curso conoceremos los diferentes aspectos que abarcan la epigrafía egipcia, historiografía, soportes, textos e imágenes ante los que se enfrenta un epigrafista, las principales fórmulas, y la metodología utilizada a lo largo de su historia hasta la actualidad. Todos ellos son elementos indispensables que debe conocer no sólo todo buen epigrafista, sino todo aquel que desea adentrarse y especializarse en la arqueología egipcia.